En medio de cuestionamientos ciudadanos, el alcalde de Santiago de los Caballeros, Abel Martínez, inauguró un árbol de Navidad que, según denuncias, habría costado alrededor de cinco millones de pesos. La cifra generó críticas en redes sociales y en sectores locales, donde se cuestiona la pertinencia de este gasto en un contexto de dificultades económicas y necesidades comunitarias no resueltas.
El tema tomó fuerza luego de que un regidor del Partido Revolucionario Moderno (PRM) interpusiera un recurso de amparo para exigir que el cabildo entregue detalles sobre los gastos municipales. El tribunal administrativo falló a favor del regidor y condenó al alcalde a pagar un astriente hasta tanto se brinde la información solicitada. La situación ha sido calificada como vergonzosa para la gestión municipal, ya que la transparencia en el uso de los fondos públicos debería ser automática.
Aunque algunos defienden la estética del árbol, señalando que su diseño tropical es atractivo, el verdadero debate gira en torno a la transparencia de la inversión y la cercanía de quienes recibieron los contratos para su instalación. Para los críticos, el caso simboliza las debilidades de la rendición de cuentas en la administración pública local.