Las más recientes declaraciones de Darwin José Trinidad, principal acusado de la muerte de Carla Massiel, han reavivado la polémica en torno a un supuesto tráfico de órganos, pese a que el procurador había descartado esa hipótesis. Desde la cárcel, Trinidad señaló a Liliana Santana, hija del fallecido doctor Hipólito Santana, como la persona que habría recibido el cuerpo de la menor, acusación que la familia Santana niega categóricamente.

En respuesta, Amarilis Taveras, viuda del doctor Santana, rompió el silencio defendiendo la honorabilidad de su familia y rechazando las versiones del acusado. Sostuvo que Liliana nunca ha ejercido la medicina ni poseído vehículos como los descritos, y calificó las imputaciones como dañinas y sin sustento. Además, denunció irregularidades en los allanamientos y en la clausura temporal de las clínicas Integral, señalando contradicciones entre las instituciones estatales sobre la causa del cierre.

El abogado de la familia Santana, Luis Rivas, aseguró que no existen pruebas que vinculen a la clínica ni a la familia con el caso, y advirtió que podrían emprender acciones legales contra quienes insistan en difundir acusaciones infundadas. Mientras tanto, la sociedad dominicana sigue conmocionada por la confirmación de que los restos hallados en Pedro Brand corresponden a Carla Maciel, un caso que continúa generando interrogantes y mantiene viva la exigencia de justicia.