En Santiago Rodríguez, el caso de Giovanni Tavares Pérez, alias Capri, continúa generando indignación tras el ataque armado contra su expareja y otras cuatro personas durante las festividades patronales. Aunque el agresor huyó a Estados Unidos y desde allí presumió en redes sociales del hecho, la Fiscalía local confirmó que ya se emitió una orden de captura internacional a través de la Interpol para que responda en la justicia dominicana.
La víctima, Rafelina Bourdier, narró entre lágrimas los ocho años de maltrato físico y psicológico que vivió junto a Capri, incluso frente a sus hijos, asegurando que él llegó a amenazarla con matarla a ella y a los menores. Desmintió además que la supuesta prueba de ADN que habría detonado el conflicto fuera sorpresa, ya que su expareja conocía desde el principio que el tercer hijo no era suyo y aun así decidió declararlo.
En contraste, la madre del agresor sostuvo que su hijo se sintió burlado por supuestas infidelidades y por eso buscó confirmar la paternidad. Mientras tanto, las autoridades investigan cómo logró escapar del lugar del tiroteo pese a la fuerte presencia policial, lo que ha levantado sospechas de complicidad. Todas las víctimas se encuentran fuera de peligro, aunque el caso se mantiene bajo seguimiento judicial y social, a la espera de que Capri sea apresado en territorio estadounidense.