Una tragedia sacude a la comunidad de Hato del Yaque, Santiago, con el asesinato de Rosa Hinoa Germosén, presuntamente a manos de su expareja, identificado como Santiago Jorge Reyes Suseta, alias Barbita. La víctima había denunciado en varias ocasiones los abusos físicos y verbales sufridos durante la relación y expresó públicamente su temor a ser asesinada, incluso mientras ofrecía una entrevista radial hace un mes.
Durante esa intervención, Rosa relató que aunque su expareja había sido apresado por violencia intrafamiliar, fue liberado poco después. En plena conversación con el periodista Domingo Hidalgo, su hija menor irrumpió para advertirle que el agresor estaba libre y escuchaba lo que se decía en la radio. Pese a esta denuncia pública, las medidas de protección resultaron insuficientes.
El crimen ocurrió en la vivienda propiedad de los padres del agresor, cuando la víctima fue engañada para acudir con la promesa de recibir dinero destinado al pago de alquiler. Allí fue brutalmente asesinada y descuartizada. El caso ha generado consternación e indignación social, y abre un fuerte cuestionamiento sobre la falta de seguimiento a las denuncias previas que la mujer había presentado, así como sobre la efectividad de las medidas judiciales en casos de violencia de género.