Imágenes de impacto circularon en Brasil tras el ataque armado en una heladería donde un sujeto, con casco puesto, disparó a quemarropa contra un joven que compartía mesa con su pareja. La escena generó pánico entre los clientes, quienes corrieron desesperados en busca de refugio.

El atacante ingresó al local con aparente frialdad, ejecutó la agresión y luego huyó del lugar sin ser detenido. Testigos describieron el momento como aterrador, destacando la violencia inesperada en un espacio familiar frecuentado por niños y familias.

La víctima, que perdió la vida en el acto, tenía antecedentes por robo y tráfico de drogas, según confirmaron las autoridades. Sin embargo, la brutalidad del ataque ha abierto un debate sobre la inseguridad y la exposición de la población civil a hechos violentos en lugares públicos.