En Chévere Nights se presentó un sketch cómico protagonizado por Pamela Encarnación y un acompañante, en el que la trama giró alrededor de su llegada a la recepción del programa. El recepcionista, sin reconocerla, le negó el paso e inició una serie de confusiones que desataron risas tanto en el set como en la audiencia.
Durante varios minutos, Encarnación insistió en explicar quién era, mientras el personaje de la recepción se mostraba incrédulo y desconfiado. La situación escaló con diálogos absurdos y enredos típicos de la comedia de equivocaciones, hasta que finalmente la dejaron pasar, aunque no sin antes dejar al público envuelto en carcajadas.
El cierre del sketch llegó cuando, al ingresar al pasillo, un empleado que estaba limpiando el piso la detuvo para pedirle una foto, agregando un giro inesperado y simpático al desenlace. El segmento fue aplaudido por la manera en que satirizó las dificultades del reconocimiento en el mundo del espectáculo.