En La Opción de la Noche se presentó una parodia dedicada al cineasta Alfonso Rodríguez, caracterizándolo como un director autoritario y mandamás dentro del set. Con un guion cargado de exageraciones y picardía, el sketch buscó resaltar la figura del realizador como un personaje imponente que controla cada detalle de la producción.

El imitador recreó sus gestos, tono de voz y la manera particular en que suele dar órdenes, lo que desató carcajadas tanto en el estudio como en los televidentes. Las interacciones con los actores parodiados, que fingían confundir o retar su autoridad, fueron parte del atractivo principal del segmento.

La parodia, lejos de ser ofensiva, funcionó como un homenaje humorístico a la personalidad del reconocido director dominicano. El público disfrutó de principio a fin de una comedia ligera que mezcló sátira y entretenimiento, confirmando el estilo irreverente del programa.