La delincuencia alcanzó la residencia del bachatero Luis Vargas en una urbanización apartada de Santiago, construida como refugio del artista cuando regresa desde Miami. A pesar de las medidas de seguridad, los ladrones ingresaron y cargaron con una caja fuerte, aparatos electrónicos y otros objetos de valor.

Según relató su hijo Luis David, los delincuentes se llevaron los títulos de propiedad de dos casas, las llaves de varios vehículos, un televisor de 55 pulgadas, un PlayStation, un DVD y hasta el DVR con las grabaciones de seguridad, tras arrancar las cámaras y destruir el sistema. Incluso, entraron a la habitación de su hermano y sustrajeron una alcancía con monedas.

El hijo del artista afirmó que el robo parece haber sido planificado, pues los intrusos conocían bien la distribución de la vivienda y lo que había dentro. El hecho evidencia, según dijo, que ni en lugares apartados y supuestamente seguros se puede escapar de la inseguridad que afecta al país.