De acuerdo con estadísticas de la Dirección General de Prisiones, cerca de 2.000 extranjeros cumplen condena en cárceles de la República Dominicana, siendo la mayoría por delitos vinculados al narcotráfico. A enero de este año, se registraron 1.723 reclusos foráneos: 1.383 haitianos, 62 estadounidenses, 195 de países de la Unión Europea y 83 de otras naciones. La cárcel de Anamuya, en Higüey, es la que concentra la mayor cantidad de internos extranjeros.
Uno de los casos más notorios es el de George Kroon, ciudadano holandés de 66 años, condenado a 20 años de prisión por intentar transportar la misma cantidad de kilos de cocaína hacia su país natal. De capitán marítimo pasó a ser recluso en suelo dominicano, aprendiendo español y adaptándose a la rutina penitenciaria. Actualmente cumple su condena en el Centro de Rehabilitación de Haras Nacionales.
A pesar de su situación, Kroon se ha mantenido activo en programas de jardinería y educación, impartiendo clases de idiomas a otros internos. Sin embargo, confiesa que lo más duro de su encierro ha sido la separación de su familia, especialmente de sus hijos, a quienes no ve desde hace más de una década. Su historia refleja las duras realidades que enfrentan los extranjeros privados de libertad en el país.