La policía de la ciudad de Múnich confirmó que el ataque perpetrado este viernes en un centro comercial, que dejó 9 muertos y 27 heridos, fue ejecutado por un único responsable, quien posteriormente se quitó la vida. De acuerdo con las autoridades, el atacante era un estudiante de 18 años, de nacionalidad alemana e iraní, nacido y criado en Múnich. Las autoridades descartaron que se tratara de un refugiado o inmigrante.

Hasta el momento, no se ha encontrado evidencia que relacione al joven con el Estado Islámico ni con ninguna otra organización extremista. Según la investigación preliminar, el atacante no tenía antecedentes penales, pero presentaba una preocupante fijación con los tiroteos masivos, lo que podría haber influido en su comportamiento.

Los investigadores indicaron que el joven habría estudiado previamente el caso de Anders Behring Breivik, responsable del ataque terrorista en Noruega en 2011. Breivik, quien más tarde denunciaría a su propio país por “violación de derechos humanos” debido a las condiciones de su aislamiento en prisión, se convirtió en una referencia perturbadora para el atacante. Las autoridades alemanas continúan analizando el material encontrado en la vivienda del sospechoso para esclarecer completamente sus motivaciones.