La fotocrónica de Franklin Guerrero retrata el antes y después de La Barquita, un barrio que nació en la marginalidad a orillas del río Ozama y que por décadas vivió bajo la amenaza constante de inundaciones y ciclones. En septiembre de 2012, el presidente Danilo Medina visitó la parroquia San Vicente de Paúl y, junto a líderes comunitarios y la Iglesia Católica, inició un compromiso para reubicar a las familias en condiciones dignas.
El recorrido de periodistas y directores de medios por la zona mostró las precarias viviendas, las cañadas pestilentes y la pobreza extrema de más de 1,600 familias. El nuevo proyecto, ubicado en un terreno seguro, incluyó apartamentos dignos, centro de capacitación, áreas verdes, destacamento policial, estancias infantiles y locales comerciales, con el objetivo de ofrecer un entorno seguro y oportunidades de desarrollo.
El 29 de junio se inauguró oficialmente “La Nueva Barquita” en un acto encabezado por el presidente Medina. Entre discursos, obsequios y lágrimas, los comunitarios agradecieron la transformación que, según el gobierno, garantiza no solo un techo digno, sino la posibilidad de recuperar la fe y la esperanza en un futuro mejor.