En la provincia central de Hubei, China, las autoridades demolieron un dique de 3,7 kilómetros que separaba dos lagos, con el objetivo de reducir el nivel del agua tras intensas lluvias que provocaron una peligrosa crecida. La operación, reportada por la agencia estatal Xinhua, buscó prevenir desbordamientos y daños mayores en comunidades cercanas.
Para la demolición se emplearon aproximadamente 27 toneladas de dinamita, en una acción coordinada que incluyó medidas de seguridad y vigilancia. La Policía Popular de China informó que cerca de 1.500 personas fueron evacuadas de manera preventiva antes de la explosión, con el fin de garantizar su integridad.
Las autoridades indicaron que el derribo del dique permitirá que el exceso de agua fluya entre ambos lagos, disminuyendo así la presión sobre las áreas inundadas. La medida forma parte de una serie de acciones de emergencia adoptadas en varias regiones del país para mitigar los efectos de las lluvias torrenciales.