Ángel Colón, uno de los sobrevivientes de la masacre ocurrida en la discoteca Pulse de Orlando, compartió el estremecedor relato de aquella madrugada que cobró la vida de 49 personas. Entre lágrimas, narró cómo recibió disparos en la mano y la espalda mientras intentaba escapar, hasta que la policía logró entrar al club y ayudarlo a salir en medio de vidrios rotos y caos.

“Si no fuera por ellos, no estuviera aquí”, expresó Colón, describiendo la angustia de escuchar los tiros y sentir el miedo de no sobrevivir. Su testimonio refleja el trauma de quienes lograron salir con vida de la tragedia que marcó a toda una comunidad y al mundo entero.

El sobreviviente agradeció a los agentes y a todos los socorristas que arriesgaron su vida esa noche. Su historia, como la de muchos otros, se ha convertido en símbolo de resiliencia y fortaleza frente a uno de los episodios más dolorosos en la historia reciente de Orlando.