La tragedia volvió a teñir de luto al sector San Martín de San Francisco de Macorís, con el feminicidio de Yarilenny Ureña Calderón, una adolescente de apenas 15 años. La joven fue ultimada de un disparo en la cabeza por su pareja, Yoel Luis Cepeda Santiago, de 18 años, quien tras cometer el crimen emprendió la huida. El hecho ocurrió en la madrugada del lunes, dentro de la vivienda que ambos compartían.

Ambos eran apenas dos jóvenes iniciando la vida, y sin embargo, quedaron envueltos en un drama marcado por la violencia y el abandono institucional. Según informes, Yarilenny había dado a luz recientemente, lo que aumentaba su vulnerabilidad emocional y física. Sus familiares, entre llantos, exigen justicia y aseguran que el crimen fue premeditado. La Policía Nacional mantiene activa la búsqueda de Cepeda Santiago, conocido como “El Cacú”, quien está prófugo.

Este feminicidio se suma a una alarmante cadena de casos similares que han sacudido al país en las últimas semanas, poniendo en evidencia la urgencia de políticas públicas que aborden la violencia de género desde la prevención, la educación emocional y la protección real de las adolescentes. El caso de Yarilenny, como tantos otros, revela el abandono de una juventud que aún está aprendiendo a vivir, pero que muchas veces lo hace en entornos inseguros y sin acompañamiento institucional.