En La Herradura, la joven Stephanie Cabrera, de 20 años, fue brutalmente asesinada por su pareja, Winston Cabrera, dejando a dos niños pequeños huérfanos. El hecho ocurrió luego de que la víctima acudiera a la policía a interponer una querella, recibiendo una orden de alejamiento que ella misma debía entregar a su agresor. Según familiares, al recibir la notificación, el hombre reaccionó con violencia, atacándola con puñaladas en brazos y pies y golpeándola con un palo en la boca.
Los parientes de la víctima culpan a las autoridades por no ofrecer la protección necesaria y enviaron un mensaje contundente: si el acusado es liberado, será la comunidad quien tome justicia por sus propias manos. El crimen ha causado profunda indignación y renovó el debate sobre la vulnerabilidad de las mujeres ante situaciones de violencia intrafamiliar.
Winston Cabrera alegó que el altercado comenzó por una discusión doméstica relacionada con una comida que había recibido en el trabajo, acusando a su pareja de celos. Según su versión, se defendió de un ataque con tijeras, pero la brutalidad del hecho ha sido catalogada como un femicidio que refleja la falta de respuesta oportuna del sistema para prevenir tragedias anunciadas.