En una entrevista reciente, Guillermo Moreno, presidente de Alianza País, presentó lo que considera pruebas contundentes de un supuesto fraude electoral ocurrido en las pasadas elecciones. Moreno afirmó que la discrepancia entre los boletines y actas de distintos colegios electorales demuestra “una crisis postelectoral” comparable a la del año 1994. Según explicó, las irregularidades no son hechos aislados, sino un patrón diseñado para favorecer al partido oficial.

Entre los casos expuestos, Moreno destacó mesas donde el número de votos emitidos superaba al de electores concurrentes y otras donde desaparecían cientos de boletas de un boletín a otro. “En Bonao encontramos un colegio con 416 concurrentes y 833 votos emitidos. ¿Quién entregó esas boletas?”, cuestionó. También mencionó colegios en Santiago, La Romana y el Distrito Nacional donde la cantidad de votos en niveles municipales y congresuales no guardaba relación con el nivel presidencial.

Moreno atribuyó estas anomalías al fracaso del voto electrónico, que a su juicio dejó al descubierto la estructura de fraude. “Lo que presentamos no es casual ni inocente, es un plan estructurado”, aseguró. El dirigente político solicitó una investigación profunda de las actas y una auditoría independiente, argumentando que el proceso electoral actual ha puesto en evidencia la debilidad institucional y la falta de confianza en el sistema democrático.