En la comunidad La Toma de Agua, sector La Ceibita, en Santiago, se desató una fuerte controversia tras la muerte de Cristofer Antonio Ferreira Mejía, de 20 años, a manos de una patrulla policial. Según el informe de las autoridades, el joven habría enfrentado a los agentes con una pistola al ser sorprendido junto a otros dos individuos. Las imágenes captadas por medios locales muestran el arma que supuestamente utilizó, lo que la Policía considera como prueba de su vinculación a una banda delictiva.
Sin embargo, los familiares del fallecido han desmentido tajantemente la versión oficial. La madre y la esposa de Cristofer afirman que él no era delincuente y que la pistola fue colocada para incriminarlo. “Él no pertenecía a ninguna banda, eso es mentira”, declaró la madre, visiblemente afectada. Los parientes y vecinos de la zona expresaron su indignación por lo que consideran una ejecución injustificada, generando una fuerte tensión entre la comunidad y los cuerpos policiales.
El caso ha reavivado el debate sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía Nacional, así como sobre los derechos de los jóvenes en comunidades vulnerables. Mientras se espera un informe oficial más detallado, los residentes de La Ceibita demandan una investigación independiente que esclarezca los hechos y determine si hubo abuso de poder en el operativo que acabó con la vida de Cristofer.