La familia de Laura Anel Tejada Álvarez, una joven mercadóloga de 26 años, ha manifestado serias dudas sobre la versión oficial que indica que su muerte fue un suicidio. El cuerpo de Laura fue hallado el 15 de marzo en su residencia en San Cristóbal por su expareja, Juan Bautista Asencio Fabián, quien anteriormente había sido acusado de agresión física. La familia insiste en que Laura era víctima de violencia doméstica y que el contexto en el que fue encontrada sugiere la posibilidad de un feminicidio encubierto como suicidio.
Según el relato de Asencio, Laura se habría quitado la vida con una cortina tras regresar a casa al enterarse de que no iniciaría su nuevo empleo ese día. Sin embargo, sus familiares alegan inconsistencias: no había fiscal en el levantamiento, no se encontró ADN en la tela presuntamente usada, y Laura ya tenía signos de rigidez cadavérica al momento de ser llevada al hospital. Testimonios afirman que Asencio manipuló la escena, contactó personas antes de alertar a las autoridades y que Laura había expresado su intención de terminar definitivamente la relación.
Aunque la médica legista concluyó preliminarmente que la causa fue asfixia por ahorcamiento, la fiscal D’Omeris Soto Valdés informó que el Ministerio Público continúa las investigaciones para esclarecer si hubo participación criminal. La familia, devastada, pide justicia para Laura y asegura tener pruebas que contradicen la versión de Asencio. Mientras tanto, la hija de seis años de la joven queda sin su madre, en medio de un proceso que aún no responde a todas las interrogantes.