En un sketch que parodia con agudeza y mucho ritmo el detrás de cámaras del cine dominicano, Chévere Nights presentó “El director de cine”, con Luis José Germán en el rol del director neurótico, Mozart La Para como estrella inconforme y Alfonso Rodríguez como el actor celoso. El humor estalló con los enredos técnicos, las quejas del elenco y las intervenciones surrealistas de un equipo de producción más desordenado que profesional.
Mientras el director intenta filmar una escena bajo una nube esquiva, el personaje de Alfonso exige un motorhome, Guillermo Cortines (como técnico de sonido) reclama su escena, y Kenny —en un hilarante rol secundario— se encarga de confundir aún más los comandos del set. Las repeticiones, errores de claqueta y peleas por una silla plástica hacen que el rodaje se vuelva un verdadero circo artístico.
El sketch, grabado con estética de falso documental, evidencia la ironía del cine independiente caribeño y se burla del ego actoral, los presupuestos ajustados y las exigencias absurdas. Con su final improvisado, acentos cambiantes y bromas internas sobre producción, “El director de cine” se convierte en una sátira perfecta del caos creativo dominicano.