Esta semana, el programa de investigación conducido por Nuria Piera presentó un amplio reportaje sobre la filtración de documentos confidenciales más grande en la historia: los Papeles de Panamá. Se trata de más de seis millones de archivos pertenecientes al bufete panameño Mossack Fonseca, especializado en la creación de empresas offshore utilizadas por inversionistas para eludir impuestos o, en algunos casos, ocultar fondos de origen ilícito. La investigación explica cómo estas compañías, registradas en paraísos fiscales como las Islas Caimán o Panamá, permiten mantener en secreto la identidad de los verdaderos propietarios, lo que ha facilitado desde estrategias fiscales hasta corrupción y lavado de dinero.
El reportaje, basado en la colaboración internacional liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), expone el uso de estas estructuras por políticos, empresarios, artistas y deportistas en más de 60 países. Marina Walker, directora adjunta del ICIJ, explicó cómo cerca de 400 periodistas trabajaron en red durante más de un año usando plataformas digitales colaborativas. Gracias a esa coordinación se revelaron datos que involucran a 12 jefes de Estado actuales y pasados, incluyendo al primer ministro de Islandia, quien renunció tras conocerse sus vínculos con una firma offshore no declarada en su país.
Entre las figuras más destacadas también aparece Vladimir Putin, presidente de Rusia, señalado indirectamente a través de sus allegados. Según la investigación, su círculo más cercano habría movido hasta 2.000 millones de dólares a través de sociedades offshore. Nuria enfatiza que el uso de estas compañías no es delito en sí mismo, pero el ocultamiento, la evasión fiscal y el lavado sí lo son. El reportaje concluye con un llamado a la vigilancia global y al fortalecimiento de marcos legales para evitar que estos mecanismos sigan siendo usados como escudos de impunidad para las élites del mundo.