Durante su programa Leila Revista Informativa, la comunicadora Leila Mejía abordó con firmeza el impacto local del escándalo de los Papeles de Panamá. Explicó que se identificaron 486 compañías, 67 beneficiarios y 46 personas físicas vinculadas a República Dominicana, cuyos nombres figuran en la filtración de más de 11 millones de documentos del bufete panameño Mossack Fonseca. Mejía comparó el caso con un nuevo Wikileaks y advirtió que no debe subestimarse, ya que expone posibles mecanismos de evasión fiscal y lavado de activos usados por empresarios y figuras públicas locales.

Según Mejía, este escándalo trasciende lo internacional y exige respuestas nacionales. Señaló que, a diferencia de investigaciones hechas dentro del país —donde muchas veces reina “la cultura del silencio”—, esta vez los nombres fueron revelados por un consorcio de periodistas sin vínculos con autoridades dominicanas. Recordó que en Francia y España ya se iniciaron procesos judiciales, y cuestionó si en el país habrá voluntad de investigar o sancionar a los implicados. “Esto no lo destapó un medio local; por tanto, no hay excusa para esconder nombres”, expresó.

Al final del programa, Leila también respondió a críticas recientes en torno a la candidatura de Francina Hungría a la vicealcaldía del Distrito Nacional, defendiendo su derecho legal a aspirar y desmontando el argumento de que fue favorecida por compasión. Explicó, desde el punto de vista jurídico, que el “domicilio electoral” no es simplemente donde se pernocta, sino donde se ejercen las principales actividades sociales y laborales, lo cual, en el caso de Hungría, ocurre en el Distrito Nacional. Mejía concluyó exhortando al Congreso a legislar claramente sobre la definición de domicilio en futuras reformas electorales.