Con su característico desparpajo, Boca de Piano es un show presentó un sketch que arranca carcajadas al retratar la vida de un vendedor ambulante de CDs. En plena calle y con un grito insistente de “¡CDs, CDs, CDs!”, el personaje se enfrenta a un supuesto policía encubierto mientras defiende su negocio como “una forma decente de ganarse la vida”. Entre frases pintorescas y reacciones improvisadas, el sketch parodia a un tipo muy dominicano, atrapado entre la informalidad y el ingenio popular.

El guion brilla por su agilidad e ironía al denunciar la hipocresía de ciertos operativos policiales y la falta de oportunidades laborales. El vendedor, acusado de piratería, lanza líneas como “si yo fuera pirata, vendiera CD en un barco” o “yo no estoy atracando ni vendiendo droga”, mientras el agente termina llevándose toda la mercancía “confiscada”. La comedia juega con los contrastes morales en clave humorística, usando la risa como herramienta de crítica social.

En una segunda parte todavía más absurda, el personaje jura reformarse, solo para ser atrapado de nuevo con CDs escondidos en la cabeza y entre la ropa. La escena, cómica y punzante, refleja cómo la economía informal es un ciclo difícil de romper. Con humor y verdad, el sketch ofrece una radiografía de quienes, al margen de la legalidad, buscan sobrevivir sin hacer daño. Como el personaje repite: “yo lo que quiero es buscarme lo mío, sin joder a nadie”.