Durante una conversación íntima en El Show del Mediodía, el merenguero Eddy Herrera reveló a Iván Ruiz que su sueño de infancia no era la música, sino el béisbol. “Pelotero, pero full, full, full”, confesó entre risas. Practicó desde muy joven en su natal Santiago y llegó a jugar en ligas barriales e infantiles junto a figuras como Luis Polonia y el hijo de Nelson Silverio, lo que lo acercó a la posibilidad de ser firmado como prospecto.

Sin embargo, el destino tomó un rumbo diferente en 1982 cuando participó en el segundo Festival de la Voz, celebrado en el Politécnico Campeón de Santiago. “Gané el primer lugar y por ahí hay otras historias”, recordó el artista, marcando ese evento como el inicio formal de su carrera musical. A partir de entonces, el merengue se convirtió en su verdadera cancha, donde anotaría incontables “home runs” musicales.

Eddy Herrera compartió que su transición del deporte a la música no fue inmediata, pero sí definitiva. Para 1985 ya estaba completamente inmerso en la industria musical. Hoy es una de las voces más emblemáticas del merengue dominicano, pero no olvida sus raíces ni sus sueños originales. “A veces lo digo y a veces no lo digo”, comentó con humildad, al recordar su camino no recorrido como pelotero.