Durante la conmemoración de la Batalla de Santiago en el parque Imbert, un incidente inesperado alteró el protocolo militar y causó alarma entre los presentes. En su programa José Gutiérrez Habla, el comunicador relató cómo una salva mal ejecutada, supuestamente por fallos en los percutores de los cañones, provocó que un proyectil sólido —posiblemente cera comprimida— impactara en la pierna de un taxista y en el vehículo de otro, ambos ubicados a más de 300 metros del lugar del acto. “Si eso le da a alguien en la cabeza, lo mata”, comentó uno de los afectados, visiblemente preocupado.
El evento, que debía rendir tributo a una de las gestas patrióticas más importantes del país, se vio parcialmente opacado por el accidente. Según testigos, la ceremonia militar no logró completar las 15 salvas acostumbradas, lo que generó confusión entre los asistentes y distracción entre los militares encargados. Los taxistas afectados aseguraron que el material disparado fue una masa sólida lanzada con fuerza suficiente como para causar daños físicos y materiales. “Eso tumbó todas las matas y si le da a uno de nosotros, lo parte”, declararon a los medios.
A pesar del percance, el acto cívico-militar continuó con la presencia de autoridades y decenas de abanderados. Se espera que el presidente de la República encabece el desfile oficial en las avenidas Hermanas Mirabal y Las Carreras, tal como estaba previsto. Mientras tanto, el incidente ha generado cuestionamientos sobre la seguridad en los actos oficiales y el tipo de material utilizado en las salvas. “Que le metan otra vaina a eso, papel o lo que sea”, reclamó uno de los taxistas, exigiendo mayor responsabilidad en la planificación de estos eventos públicos.