En el programa Hoy Mismo, los analistas ofrecieron un desglose detallado de las pruebas presentadas por el Ministerio Público que comprometen gravemente a Blas Peralta en el asesinato del exrector Mateo Aquino Febrillet. Se destacó la existencia de conversaciones telefónicas grabadas, autorizadas judicialmente, entre Peralta y su jefe de seguridad, un coronel retirado de la policía, donde se hablaba abiertamente de cambiar el cañón del arma homicida, botar los celulares y fabricar un “muñeco” para desviar la atención del crimen. Estas maniobras fueron interpretadas como intentos claros de encubrimiento y obstrucción a la justicia.
El programa también recordó que Blas Peralta tiene un historial marcado por la violencia y el poder impune. Ha estado vinculado anteriormente a otro homicidio entre transportistas en Moca, y fue condenado a seis meses por el escándalo del Plan Renove. En esta ocasión, sin embargo, el peso de las pruebas es abrumador: además de los audios, testigos presenciales confirman que Peralta fue quien disparó, y un análisis balístico reveló que la bala que mató a Febrillet provino del arma registrada a su nombre, una pistola Taurus entregada por la policía.
Los panelistas coincidieron en que el caso debe ser resuelto rápidamente, ya que no se trata de un proceso complejo. Abogaron por una condena ejemplar y criticaron los intentos de la defensa de retrasar la audiencia bajo excusas técnicas. “No hay para dónde coger”, afirmaron, al considerar que las pruebas —testimonios, registros telefónicos y evidencia balística— configuran un caso de homicidio agravado. La sociedad dominicana, expresaron, espera una sentencia firme que reafirme la confianza en el sistema judicial ante un crimen que ha estremecido al país.