Un hombre identificado como Antonio confesó haber participado en un asalto armado en Plaza Lama, Santiago, portando una metralleta Uzi, según se reveló en un interrogatorio grabado que circula en medios locales. Con evidente frialdad, Antonio admitió haber sido apresado en dos ocasiones anteriores y tener un historial de diez fichas policiales. Su confesión ha causado alarma en la ciudadanía, especialmente por la naturaleza del arma utilizada y la reincidencia delictiva del sujeto.
Durante la entrevista, el joven fue cuestionado sobre su historial criminal y sus motivaciones. Confirmó que consume sustancias, pero negó que eso sea la razón directa por la que delinque. Al ser preguntado por el lugar exacto del robo reciente, respondió con soltura: “En Plaza Lama fue que me metí”. A pesar de la gravedad del hecho, el tono de sus respuestas generó inquietud sobre la falta de remordimiento y el nivel de preparación para cometer delitos de alto riesgo.
Este caso pone nuevamente en debate la efectividad del sistema judicial frente a delincuentes reincidentes, así como la urgente necesidad de reforzar la seguridad en espacios comerciales concurridos. La presencia de armas de alto calibre como una Uzi en manos de un asaltante evidencia un nivel de violencia que ha ido escalando. Las autoridades ya investigan posibles conexiones con otras bandas delictivas en la región.