En una entrega cargada de emoción, humor y espontaneidad, Buenas Noches recibió a la inigualable Fefita la Grande, quien conversó con El Cocodrilo en un tono familiar, profundo y chispeante, como solo ella sabe hacerlo. La veterana merenguera reafirmó su espíritu alegre y su inquebrantable fe en Dios, señalando que su energía positiva y su amor por el público son los motores que la mantienen activa. “Siempre estoy alegre, siempre estoy positiva. Soy una mujer que cree mucho en Dios”, expresó Fefita, desatando aplausos del público presente en el estudio.

Durante la conversación, El Cocodrilo le planteó una pregunta íntima: “¿Qué tú darías por tener en la vida lo que más te hace falta?” A lo que ella, con la voz entre cálida y nostálgica, respondió que lo único que siempre desea es tener a su público cerca. “Siempre los tengo a mi lado, a toda hora del día y de la noche”, dijo, evocando la conexión emocional con quienes la han seguido por décadas. También compartió con humor que no planea irse de este mundo pronto: “Ya me pronosticaron que voy a morirme a los ciento diez… y yo quiero que Dios me dé dos años más”.

Uno de los momentos más conmovedores del programa fue cuando Fefita, visiblemente emocionada, aprovechó el espacio para enviar un mensaje de cumpleaños a su hija Ivelisse, quien reside en Miami y celebraba su día el 5 de febrero. Sin poder contener las lágrimas, pidió respeto para ese instante sagrado y, con su inconfundible autenticidad, rindió tributo a su rol de madre. “No me gusta hablar mucho de eso porque soy muy sensible”, confesó. Una vez más, Fefita demostró que, más allá del escenario, sigue siendo un ser humano profundamente amoroso, agradecido y conectado con sus raíces.