El programa Buenas Noches, conducido por Nelson Javier “El Cocodrilo”, recibió al carismático político puertoplateño Alfonso Crisóstomo, mejor conocido como “El Querido”, en una entrevista que osciló entre la política, el humor y confesiones personales. Con su estilo desenfadado y frontal, Crisóstomo repasó su trayectoria política desde los 16 años, su actual rol como presidente del PLD en Puerto Plata, su vinculación con Industria y Comercio, y su responsabilidad nacional como secretario de Asuntos Políticos. Aunque habló con soltura de los desafíos partidarios, no dejó de lanzar indirectas con doble filo: “El matrimonio con el Partido Reformista no se dio porque la novia se cotizó mucho… y al final no valía tanto”.

La conversación no se limitó al ámbito político. Al ser cuestionado por su estilo directo y controversial, Alfonso defendió la coherencia como virtud irrenunciable: “Si yo digo algo en este canal, lo defiendo en el infierno y en el Vaticano”. Además, se refirió a sus posturas del pasado, confirmando con desparpajo que sí ha estado en “Segunda Base”, metáfora que usó para referirse a relaciones paralelas, y aseguró que “cuando uno tiene un solo defecto y cuarenta virtudes, la gente valora los cuarenta”. Con su humor característico, declaró que actualmente esa etapa está “en vacaciones”, mientras su matrimonio sigue firme.

En una mezcla de picardía y filosofía de calle, Crisóstomo comparó su vida sentimental con un vehículo bien mantenido y en buen combustible, dejando entrever que si aparece una “Tercera Base”, sabrá cómo responder. Entre carcajadas del público y guiños del Cocodrilo, quedó claro que el político sabe navegar entre la controversia y el cariño popular. Más allá del personaje, la entrevista reveló a un hombre que entiende la política como cercanía con el pueblo, y que asume sin culpa sus contradicciones. Como él mismo dijo: “Ser franco no me perjudica, me humaniza”.