Pese al prestigio de República Dominicana como cuna de grandes peloteros, persisten denuncias contra academias de béisbol no formales que operan en condiciones lamentables. Un nuevo caso involucra la academia dirigida por Bartolomé Fortunato, exlanzador de Grandes Ligas, en el sector de Guerra. Allí, más de 20 adolescentes, algunos extranjeros, residen en un apartamento sin higiene ni condiciones básicas. Testimonios de padres y exalumnos revelan falta de alimentación adecuada, carencia de educación formal y espacios inhabitables.
El padre de un joven proveniente de Estados Unidos denunció haber enviado mil dólares mensuales para la manutención de su hijo, dinero que, asegura, no fue destinado para tal fin. Además, se incumplió el acuerdo de matrícula en una escuela bilingüe y la contratación de una traductora. Las imágenes captadas por el equipo periodístico muestran habitaciones sucias, colchones en el suelo, baños en estado deplorable y falta de limpieza general en la vivienda que alberga a los atletas.
Mientras que Fortunato justifica las condiciones afirmando que él mismo pasó por situaciones similares, la evidencia contradice sus declaraciones. La comunidad y familiares temen que los jóvenes estén siendo adoctrinados para no expresar quejas, en un ambiente que dista mucho del entorno que debería ofrecer una academia de desarrollo deportivo. Las autoridades deportivas y de protección a menores han sido llamadas a intervenir para garantizar la seguridad y el bienestar de estos adolescentes.