La recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán en enero de 2016 sigue generando repercusiones tanto en los medios como en la opinión pública. En un fragmento de entrevista exclusiva realizada por Kate del Castillo, el capo justificaba su vida criminal con una voz suave: “Por donde yo me crié no había otra manera ni hay de sobrevivir”. La industria del entretenimiento mexicana también ha reaccionado dividida, con algunos aplaudiendo la acción del gobierno, mientras otros lo ven como una “cortina de humo” ante la situación económica del país.

Durante la cobertura de Despierta América, diversas personalidades señalaron su preocupación por el posible impacto legal que podría enfrentar Kate del Castillo tras su contacto con el capo. Según explicaron abogados consultados en el programa, en México, su conducta podría ser interpretada como “fomento al narcotráfico” si se comprueba dolo, aunque en principio, realizar una entrevista no constituiría delito. En Estados Unidos, la abogada Sara Saba indicó que solo si los entrevistadores mintieran o encubrieran información relevante ante las autoridades, podrían enfrentarse a cargos de encubrimiento bajo el Código Federal.

Mientras se aclara el panorama judicial, las imágenes del Chapo justificando sus acciones y proclamándose “no violento”, contrastan con el arsenal hallado en su escondite. A su vez, la opinión pública sigue debatiendo el papel de las figuras públicas que, directa o indirectamente, entraron en contacto con uno de los narcotraficantes más notorios del mundo. El caso continúa abierto, con varias líneas de investigación por parte de la Procuraduría mexicana.