El escritor y aventurero dominicano Alan Del Monte compartió en televisión nacional su extraordinaria experiencia de vida en Yemen, un país poco conocido por los dominicanos. Vestido con la indumentaria tradicional yemení, explicó que en esa sociedad profundamente musulmana, las mujeres solo muestran los ojos en público y los hombres portan siempre un cuchillo curvo en la cintura. Durante la entrevista, relató cómo en Yemen los fines de semana se celebran jueves y viernes, y el viernes es un día sagrado dedicado a la oración en la mezquita.
Del Monte reveló que trabajó como director de un centro para discapacitados en un remoto pueblo de 3,000 habitantes, en una zona afectada por guerras pasadas y plagada de minas. Su misión fue ayudar a rehabilitar a las personas que habían quedado mutiladas por los explosivos y ofrecerles formación laboral. “Aunque el choque cultural fue fuerte al principio, la hospitalidad y calidez de los yemeníes me conquistaron”, confesó. Añadió que, pese a las limitaciones de ocio —no existen cines ni discotecas—, los locales encuentran esparcimiento en el consumo social de cate, una hoja narcótica.
El autor destacó que en Yemen el matrimonio es concertado y los hombres no conocen el rostro de sus futuras esposas hasta el día de la boda. Pese a las diferencias culturales, Alan Del Monte aseguró que guarda un profundo respeto y cariño por el pueblo yemení, cuya generosidad y espíritu acogedor rompieron con los prejuicios que llevaba antes de llegar al país.