En Miami Beach ha comenzado la demolición de la famosa mansión que perteneciera al narcotraficante colombiano Pablo Escobar, una propiedad que fue incautada por las autoridades estadounidenses en la década de los 80. La casa de más de 2,000 pies cuadrados, de fachada rosada, está siendo derribada de manera cuidadosa tras la decisión de su nuevo dueño, el empresario Christian Verdor, quien adquirió la propiedad por casi 10 millones de dólares.

Antes de proceder con la demolición, se instalaron radares y detectores de metales en toda la vivienda con el fin de localizar posibles objetos ocultos. Esta medida rindió frutos cuando los trabajadores encontraron una caja fuerte escondida bajo la escalera, la cual fue posteriormente robada en circunstancias que aún se investigan. Además, fue descubierto un paquete blanco con numeración sospechosa que fue entregado a las autoridades; tras ser analizado, se descartó que contuviera droga.

Luis Reyes, uno de los empleados encargados de la búsqueda, relató que cavaron el piso y rompieron paredes durante la operación. “No pensamos que fuera droga, pero parecía cocaína”, señaló. Con la demolición, que se espera concluya en una o dos semanas, desaparece uno de los vestigios del imperio criminal de Escobar, quien murió en 1993. El futuro de la propiedad aún es incierto: podría ser reconstruida para uso privado o puesta en venta nuevamente.