Durante una entrevista en el programa El Día con Huchi Lora, el embajador de los Estados Unidos en República Dominicana abordó con serenidad las recientes declaraciones del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien sugirió públicamente que el diplomático debía “irse a su casa a cuidar de su esposo”. El embajador respondió que “el odio y la marginalización adoptan muchas formas” y que, lejos de centrarse en provocaciones individuales, su enfoque está en el fortalecimiento de la cooperación bilateral en temas clave como seguridad, comercio y derechos humanos.
En el diálogo, el embajador reafirmó su vínculo personal con el país, señalando que tanto él como su esposo visitaban República Dominicana desde hace más de 15 años y que fue decisión suya solicitar este destino diplomático. “El pueblo dominicano es amoroso y perdona”, expresó, asegurando que, pese al “ruido” inicial, ha recibido muestras de afecto de parte de la ciudadanía, funcionarios del gobierno, empresarios y miembros de la sociedad civil. Negó haber sido víctima directa de discriminación y destacó que la relación entre ambos países va más allá de lo político: “Estamos atados culturalmente”.
Finalmente, defendió su estilo de vida y la transparencia de su gestión, señalando que “si uno cree en una filosofía de vida abierta e inclusiva, entonces debe vivirla públicamente”. Rechazó los intentos de politizar su orientación sexual y reiteró que su misión se basa en valores universales como el respeto, la equidad y la dignidad humana. “Nosotros somos humanitarios. Esa es la esencia de nuestro ser”, concluyó.