Una comunidad en Michoacán vive momentos de terror tras una serie de ataques de cocodrilos en lo que va de año. El caso más reciente estremeció a los vecinos de Lázaro Cárdenas, donde un niño de 11 años fue arrastrado por uno de estos reptiles mientras paseaba con su familia. Tras horas de búsqueda, rescatistas hallaron restos óseos cerca de una madriguera, confirmando el fatal desenlace. Habitantes, desesperados, intentaron ahuyentar a los cocodrilos a golpes para encontrar pistas del menor.

La víctima fue identificada como Efren Rodríguez. Su caso no es el primero: hace meses, otro niño de cinco años desapareció en circunstancias similares y aún no ha sido localizado. Los residentes afirman que los ríos están infestados debido a que grupos criminales arrojan cuerpos en la zona, convirtiéndola en un entorno ideal para estos depredadores. La presencia de los cocodrilos ha generado un clima de alarma y tristeza entre las familias del lugar.

Aunque se ha incrementado la vigilancia los fines de semana por parte de los llamados “Salón Salvavidas”, los ataques no cesan y la población exige medidas más contundentes. Las autoridades locales aseguran que ahora priorizan la seguridad de los visitantes, pero la comunidad clama por acciones firmes ante un peligro que ya cobró vidas inocentes.