El Ministerio de Medio Ambiente ha salido al frente de las crecientes denuncias sobre deforestación en zonas como Cabarete, Yásica, Constanza y Jarabacoa, alegando que los cortes de árboles y la extracción de materiales de ríos obedecen a planes de manejo ambientalmente sostenibles. Según un comunicado oficial, muchas de las imágenes difundidas en medios y redes sociales ―como camiones cargados de madera― carecen de contexto, y se están utilizando para “manipular” la opinión pública.

Sin embargo, un reportaje en el terreno contradice esta versión. Al subir a las montañas de Constanza, un equipo de prensa documentó árboles talados indiscriminadamente, caminos erosionados, y acerraderos en plena faena. Agricultores locales denunciaron que muchas de estas operaciones afectan directamente las fuentes de agua y dañan la economía agrícola, que depende de estos recursos naturales. “Antes aquí se sembraba hasta encima de un palo y daba fruto; ahora todo se está secando”, lamentó uno de los residentes.

Pese a estas evidencias, el Ministerio mantiene que los cortes de árboles en propiedades privadas responden a planes aprobados técnicamente. Bajo esta lógica, los propietarios de fincas forestales están autorizados a sembrar y cortar sus árboles con fines comerciales. No obstante, voces críticas aseguran que se trata de un modelo que favorece a grandes empresarios y amenaza el equilibrio ecológico de zonas sensibles del país, donde el agua escasea y la agricultura está en peligro.