Los recientes informes de las autoridades de Estados Unidos y México arrojan luz sobre el trágico accidente aéreo que cobró la vida de la cantante Jenni Rivera y sus acompañantes. Aunque en días anteriores un exagente de la DEA sugirió que podría haberse tratado de un atentado, las nuevas evidencias apuntan a una falla mecánica crítica como la causa principal del siniestro.

De acuerdo con los expertos, el avión presentó una avería en el sistema que controla el elevador, pieza clave para maniobrar la altura del aparato. El componente defectuoso fue identificado como un tornillo dañado que impidió la respuesta adecuada del mecanismo. Al no poder controlar el ascenso o descenso del avión, el piloto perdió el control en plena velocidad de crucero. El impacto se produjo a una velocidad estimada de mil millas por hora, lo que provocó una destrucción total e inmediata.

Las investigaciones descartan completamente la presencia de explosivos u otros elementos que apunten a un acto criminal. No obstante, el abogado Ben Sowen señala que la demanda contra la empresa Starwood Management, propietaria del avión, continúa su curso. Si el juez autoriza una orden por incomparecencia, se procederá a embargar propiedades de la compañía como compensación a los familiares de las víctimas. En este contexto, la pregunta legal que sigue abierta es: ¿si se llegara a probar que hubo negligencia criminal, podrían los familiares exigir compensación como si se tratara de un atentado?