Un intento de robo terminó de forma inesperada en una gasolinera de Genesteam, cuando un ladrón fue sorprendido justo al momento de introducirse en el vehículo de una conductora que acababa de abrir la puerta para colocar su cartera. La mujer gritó pidiendo auxilio, y en cuestión de segundos varias personas acudieron al lugar.
En lugar de huir, el delincuente permaneció inmóvil en el asiento del auto, donde fue retenido por los ciudadanos. Testigos aseguran que el hombre terminó llorando a lágrima viva, suplicando por su vida, mientras era rodeado por los presentes. El caso ha generado debate sobre los niveles de inseguridad y la respuesta civil ante hechos delictivos.