Con profunda tristeza y empatía, el equipo de TV Revista abordó el retiro temporal de la presentadora Ibelka Ulerio del mundo de la televisión, luego de que su esposo fuera vinculado a una presunta red de clonación de tarjetas de crédito por más de 100 millones de pesos. Ulerio, quien mantiene su inocencia y ha declarado que las tarjetas decomisadas son de su propiedad, se ha visto obligada a dar un paso al costado en su carrera mediática, mientras atraviesa una de las etapas más delicadas de su vida personal.
La decisión de su salida ha sido, según se dice, de mutuo acuerdo entre la comunicadora y los productores de los programas en los que laboraba, incluyendo De Aquí Se Habla Español y El Mañanero, donde compartía pantalla con figuras como Bolívar Valera y Melissa Santos. Aunque no ha sido acusada formalmente, la presión pública y el intento por proteger la imagen de las empresas han motivado este distanciamiento. La medida busca preservar el entorno profesional mientras Ibelka concentra sus esfuerzos en limpiar su nombre.
Con más de 15 años de trayectoria impecable en los medios, Ulerio es descrita como una mujer tranquila, decente y respetada. Su caso ha generado reflexiones sobre lo vulnerables que pueden ser las figuras públicas ante los actos de terceros. “No se puede juzgar con ligereza. Ella no ha sido hallada culpable de nada”, expresaron desde el panel. La situación deja una lección clara: la imagen pública debe cuidarse con tacto, y la vida privada, aunque íntima, puede tener consecuencias devastadoras para una carrera.