El escándalo que rodea a la comunicadora Ibelka Ulerio ha dado un nuevo giro tras una publicación del periódico El Día, que asegura que seis de las siete tarjetas decomisadas durante el allanamiento no fueron emitidas por las entidades bancarias cuyos nombres figuran en los plásticos. La información fue obtenida por la periodista Teresa Casado, quien cita fuentes oficiales del sector financiero que verificaron la falsedad de las bandas magnéticas y los números impresos.

El reporte indica que solo una tarjeta es auténtica, perteneciente al Banco Popular Dominicano, pero esta fue cancelada desde 2014, luego de que la propia Ulerio reportara un fraude. Esta contradicción ha generado dudas en torno a la versión ofrecida por la presentadora, quien aseguró inicialmente que todas las tarjetas eran suyas y que las poseía desde hace varios años.

Además, se reveló que tres de las tarjetas carecen de serigrafía (nombre impreso), un detalle que refuerza la tesis de que se trata de plásticos clonados. La evidencia ha incrementado el escepticismo público y mediático sobre el grado de conocimiento o participación de Ulerio en la red de clonación liderada por su esposo. Por el momento, ella no figura formalmente como imputada, pero la presión y el cuestionamiento sobre su implicación continúan creciendo.