Durante una tensa sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), el embajador dominicano Pedro Vergés tomó la palabra para responder con firmeza a las críticas emitidas por el canciller de Haití y otros representantes que cuestionaron la política migratoria de República Dominicana. En su intervención, Vergés destacó que muchos haitianos han regresado voluntariamente a su país, y que no puede considerarse deportación masiva un proceso que ocurre sin coerción. “Confundir repatriación voluntaria con deportación forzada es un error que complica el debate”, enfatizó.

El diplomático aclaró que la normativa dominicana permite que los ciudadanos haitianos que salgan del país de manera voluntaria puedan regresar e incluso regularizar su estatus. “La flexibilidad de nuestras leyes migratorias permite ese retorno”, indicó. Además, señaló que muchos países, especialmente europeos, tienen programas similares que incluso incentivan con ayudas económicas el regreso voluntario a sus naciones de origen. Vergés consideró desproporcionadas las acusaciones de violaciones a los derechos humanos y recalcó que República Dominicana ha ofrecido todas las facilidades necesarias para los retornos.

Finalmente, el embajador acogió con beneplácito la visita de una comisión de la OEA para observar la situación, pero exigió imparcialidad y objetividad. “Estamos abiertos a recibir cuantas misiones sean necesarias, pero no aceptamos que formen parte de ellas países que ya han tomado partido abiertamente contra nosotros”, afirmó. También rechazó con vehemencia la narrativa de que República Dominicana trata a los haitianos como “parias” y recordó que, mientras la economía dominicana ha crecido exponencialmente, la de Haití se ha deteriorado profundamente en las últimas décadas, lo que ha generado presiones migratorias inevitables.