En una entrevista tan frontal como polémica, Amelia Alcántara se sentó en La Tuerca para hablar sin tapujos de su vida, sus relaciones y su fama de “chapeadora”. Fiel a su estilo directo y sin maquillaje verbal, la comunicadora aceptó la etiqueta, pero a su manera: “Si ser chapeadora es que me gusten las cosas buenas, que me digan ‘vete de shopping’, que me regalen… entonces sí, soy chapeadora. ¡Normal!”.

En un segmento cargado de humor y picardía, Amelia dejó claro que no le molesta que le digan chapeadora, pero sí rechaza que la llamen “cuernera”. También confesó entre risas cuál ha sido el “chapeo” más impactante: “Uno con un pelotero… pero estaba más arrancado que yo. ¡Pobrecito!”, bromeó. La conversación fluyó con anécdotas y autodefiniciones: “Yo trato de mangar lo mío, como dicen los tígueres”, sentenció con desparpajo.

Cuando se le preguntó por regalos importantes, reveló que uno de sus novios le regaló un carro. “Es del 2010, pero fue un novio que me lo dio. Sí, lo acepté, claro”, dijo sin arrepentimiento. La entrevista fue una mezcla explosiva de desinhibición, ironía y una Amelia que, sin pedir permiso, se adueñó del espacio —y de la conversación— con una sola consigna: decir lo que piensa, le guste a quien le guste.