Entre escenas de drama e incredulidad, Bernardo Torres fue enviado a prisión preventiva por tres meses, tras ser acusado formalmente de agredir a su pareja. La decisión fue dictada por el juez del Cuarto Juzgado de Instrucción en el Palacio de Justicia de Santiago, como medida de coerción en un caso de violencia de género que ha conmocionado a la comunidad local.

Al momento de escuchar la sentencia, Torres rompió en llanto. Visiblemente alterado, gritaba a los presentes que todo era mentira y que la justicia “no sirve”. Alegó ser un hombre trabajador y negó rotundamente las acusaciones, afirmando que está siendo víctima de una manipulación. La escena fue tan intensa que los agentes de seguridad tuvieron que intervenir para retirarlo de la sala.

La parte acusadora, representada por la víctima, mantiene firme su denuncia. El Ministerio Público argumentó que existían pruebas suficientes para justificar la prisión preventiva, señalando riesgo de fuga y posibles represalias. El caso continuará su curso judicial en los próximos meses.