Un nuevo reto ha comenzado a circular con fuerza en redes sociales, especialmente entre adolescentes y jóvenes: se trata del denominado “Charlie Charlie”, una especie de juego espiritista que simula una ouija casera y ha generado preocupación entre padres, psicólogos y centros educativos. La dinámica consiste en colocar dos lápices formando una cruz sobre una hoja de papel y preguntar: “Charlie, Charlie, ¿estás ahí?”, esperando que uno de los lápices se mueva como supuesta señal de una presencia espiritual.
El fenómeno se ha viralizado rápidamente gracias a videos compartidos por los propios participantes, quienes graban y difunden sus reacciones —algunas de ellas visiblemente alteradas o aterradas— al ver moverse el lápiz. Estas publicaciones, que circulan principalmente en plataformas como TikTok, Instagram y Facebook, han incrementado la popularidad del reto y, al mismo tiempo, han encendido las alarmas entre adultos que temen los efectos psicológicos de este tipo de prácticas.
Expertos han explicado que no hay evidencia sobrenatural en el fenómeno, y que el movimiento de los lápices obedece al balance precario de los objetos, a vibraciones o incluso corrientes de aire. Sin embargo, advierten que el juego puede influir negativamente en menores sugestionables, provocando ansiedad, miedo y distorsión de la realidad. Las autoridades educativas y familiares recomiendan orientar a los jóvenes sobre los riesgos de este tipo de tendencias virales.