Los idílicos parajes de playa, sol y arena de Puerto Plata se han visto oscurecidos por la presencia de una estructura mafiosa que intimida y extorsiona a residentes, especialmente extranjeros, en las zonas de Costambar y Cofresí. Esta red criminal se dedica a usurpar terrenos, falsificar documentos y chantajear a los propietarios, operando con la aparente complicidad de autoridades locales.

El modus operandi de la mafia incluye la falsificación de títulos de propiedad, la ocupación ilegal de terrenos y la posterior reventa a terceros. Residentes locales y extranjeros denuncian que sus propiedades, incluidas áreas verdes y solares privados, son tomadas por esta banda clandestina que actúa bajo la protección de figuras de poder. “He vivido en este país 36 años y ahora quiero vender mi casa. Estoy muy triste. Nunca había visto una situación como la que tenemos en Cofresí”, declara un afectado.

La actividad de la mafia ha sido constante durante los últimos dos años, con el director de Catastro de Puerto Plata, identificado como Israel Ramos García, alias García Motors, señalado como el cabecilla de estas apropiaciones ilegales. Se le acusa de cercar terrenos durante la madrugada y revenderlos, en clara violación de la ley. Los testimonios recogen que García Motors opera con la complicidad del ayuntamiento, utilizando incluso a policías municipales para sus fines ilícitos.

El miedo se ha apoderado de los residentes extranjeros, principalmente procedentes de Estados Unidos, Canadá y Europa, que han invertido en la zona en busca de la tranquilidad que solía ofrecer este destino turístico. “Tenía más seguridad en los días de Balaguer que ahora”, lamenta uno de los afectados.

Recientemente, García Motors intentó despojar a una anciana estadounidense de 80 años de su solar y comenzó un proceso de deslinde en los terrenos de una familia canadiense. “Aquí ellos tienen un modo de operar que uno se da cuenta ya cuando están cercando. Lo hacen todo de manera encubierta, y cuando la bomba explota, ya han vendido la propiedad”, explica otro residente.

A pesar de las denuncias y las apelaciones a la justicia, las víctimas no han encontrado apoyo suficiente. La comunidad internacional, preocupada por la inseguridad jurídica y la corrupción en la zona, espera que las autoridades tomen medidas contundentes para detener estas actividades mafiosas y proteger a los residentes de Puerto Plata.