En su más reciente programa, Leija Mejía expresó su indignación ante la doble moral prevalente en la República Dominicana. La polémica en torno a la cantante Amara La Negra, quien publicó un video con un remix de una canción donde cambiaba la letra original para incluir referencias explícitas a los genitales femeninos, ha sido un claro reflejo de esta hipocresía social. No se trataba de una canción grabada oficialmente, sino de un contenido compartido en redes sociales que desató una tormenta mediática.
Mejía subrayó que la República Dominicana es uno de los países donde más prolifera la himenoplastia, una cirugía de reconstrucción del himen. Este fenómeno, según Mejía, evidencia un intento masivo por vender la ficción de la inocencia. Irónicamente, en este mismo país, las mujeres inician su vida sexual a edades tempranas, entre los 11 y 12 años.
Además, Mejía señaló la alta incidencia de prostitución incluso en las esferas sociales más elevadas y la popularización del término “chapiadora”, lo que, según él, revela una sociedad profundamente hipócrita. En su programa, Mejía comentó: “Estamos en una sociedad donde el problema no es si las cosas se hacen o no se hacen, sino que no se digan. Una mujer puede llevar una vida de promiscuidad, pero cualquier palabra considerada vulgar es censurada sin piedad”.
La crítica de Mejía no se limitó a la sociedad en general, sino que también apuntó a los medios de comunicación que han criticado a Amara La Negra. Según él, los mismos programas que difaman y propagan obscenidades son los que atacaron con mayor dureza a la cantante. “Es una barbaridad”, comentó Mejía, “los programas que más criticaron a Amara son aquellos donde se difama gente y se hacen alegaciones sin fundamento”.
Mejía lamentó que Amara La Negra se viera obligada a pedir disculpas debido a la presión de una sociedad que castiga la transparencia mientras premia la falsedad. Consideró que la disculpa fue innecesaria y un reflejo de la presión social ejercida sobre la cantante.
Finalmente, Mejía hizo un llamado a la reflexión sobre la necesidad de avanzar hacia una sociedad menos hipócrita y más coherente. “Ojalá que este país avance”, concluyó Mejía. “El mundo avanza rápido y mantener visiones tan cerradas solo perpetúa el atraso”.
La denuncia de Mejía ha resonado ampliamente, evidenciando una vez más las profundas contradicciones y la doble moral que caracterizan a la sociedad dominicana.