El Congreso se convirtió en escenario de un intenso debate en torno al proyecto de ley sobre el Código Penal y la despenalización del aborto en casos específicos. La discusión ha enfrentado a diferentes sectores de la sociedad, destacando posturas divergentes respecto a los derechos de la mujer y la intervención médica en situaciones de riesgo extremo.

El martes por la mañana, diversos grupos, incluyendo iglesias y representantes de la sociedad civil, se congregaron frente al Congreso para expresar sus puntos de vista. Mientras algunos abogan por una postura conservadora, defendiendo la vida desde la concepción, otros demandaban la consideración de circunstancias excepcionales que involucran la salud y la seguridad de la mujer.

La presencia de religiosos en la manifestación, aunque reflejaba su compromiso con ciertas creencias, suscitó críticas y recordó episodios de abuso que han sacudido a la institución en el pasado.

El evento también evidenció la participación de jóvenes y personas de diferentes sectores sociales, cada uno expresando su posición de manera enérgica y pacífica. Sin embargo, la presencia de menores en el evento planteó interrogantes sobre su exposición a temas sensibles y complejos.

Dentro del Congreso, se llevaron a cabo reuniones entre legisladores y representantes de grupos religiosos para discutir el proyecto de ley. Ambas partes expresaron sus preocupaciones y expectativas con respecto al proceso legislativo en curso.

En última instancia, la jornada dejó en evidencia la profunda división existente en la sociedad en torno al tema del aborto y la legislación penal. Mientras el debate continúa en el ámbito legislativo, queda claro que se necesitará un diálogo constructivo y respetuoso para alcanzar posibles soluciones que reflejen las diversas perspectivas y necesidades de la sociedad.