Un tenso momento se vivió en el parlamento de Ucrania cuando un funcionario, incapaz de soportar las críticas de su adversario político, se levantó de su asiento y lo agredió físicamente. El hecho, presenciado por legisladores y asistentes, interrumpió abruptamente el debate parlamentario.

Aunque los ánimos parecieron calmarse tras la primera confrontación, el funcionario volvió a perder el control y propinó un puñetazo directo en el rostro de su oponente. La violencia sorprendió a los presentes y obligó a interrumpir la sesión.

El agresor se retiró inmediatamente del recinto tras el altercado. El incidente generó indignación en sectores políticos y sociales, que consideran inaceptable que un espacio destinado al diálogo y la deliberación se convierta en escenario de agresiones físicas.