La comunicadora Ivonne Ferreras ha levantado una voz crítica sobre los privilegios que disfrutan ciertos congresistas y legisladores en el país, a raíz de un reciente informe del periódico Diario Libre. En su comentario, Ferreras destacó las disparidades existentes en el sistema de pensiones para estos funcionarios, en contraste con las dificultades que enfrenta la mayoría de los ciudadanos con el sistema de seguridad social.
Ferreras recordó su experiencia personal de cobertura periodística en 1993, cuando entrevistó a Hugo Chávez durante su encarcelamiento. Sin embargo, desvió la atención hacia el tema actual, señalando cómo las democracias, a pesar de sus avances, a menudo están marcadas por desigualdades y privilegios.
Según Ferreras, a pesar de los intentos por reformar la ley de seguridad social en el país —una iniciativa que lleva años en el Congreso y ha estado engavetada en la Cámara de Diputados— el tema parece no recibir la urgencia que merece. Esta ley, que busca una reestructuración del régimen de seguridad social, ha sido retrasada por la burocracia y el estancamiento legislativo, mientras que algunos legisladores siguen beneficiándose de pensiones privilegiadas.
La comunicadora subrayó que ciertos diputados y senadores tienen acceso a pensiones de por vida que superan los 100,000 pesos mensuales, un monto que considera desproporcionado en comparación con los beneficios que reciben los ciudadanos comunes del sistema de seguridad social. Ferreras cuestiona la moralidad de estos privilegios y critica la falta de acción para actualizar la ley, que podría corregir las injusticias del sistema actual.
“Es un país donde los privilegios se vuelven molestos y evidentes,” señaló Ferreras. “Personas que durante sus periodos en el Congreso no han hecho contribuciones significativas se van con pensiones que no se justifican, mientras que el resto de la población enfrenta dificultades con el sistema de seguridad social.”
La comunicadora enfatiza que la necesidad de una reforma en el sistema de seguridad social es urgente, pero parece que la preocupación de los legisladores por mejorar el sistema no es tan grande como su interés en proteger sus propios beneficios. Ferreras llama a una revisión profunda de las políticas y a una mayor equidad en el tratamiento de las pensiones de los funcionarios públicos.