Atenas quedó paralizada este martes debido a una huelga del sector público y del transporte, la segunda gran movilización en dos semanas contra el proyecto de ley que permitiría extender la jornada laboral hasta 13 horas diarias. Metro y trenes de cercanías dejaron de operar, mientras buses y tranvías circulaban en horario reducido, complicando la movilidad en la capital.

El proyecto, que será votado este miércoles 15, permitiría a los empleadores exigir hasta 13 horas diarias a los trabajadores, con un pago extra del 40% por hora adicional. Aunque el gobierno asegura que se mantienen límites semanales de 48 horas y 150 horas extraanuales, los sindicatos y la oposición de izquierdas lo califican como un retroceso en los derechos laborales.

Las manifestaciones se concentraron en el centro de Atenas, con trabajadores exigiendo que se retire la medida y proteja las condiciones laborales. La tensión social ha puesto en evidencia la resistencia a cambios que, según los críticos, podrían afectar la calidad de vida de los empleados en Grecia.

Los sindicatos han advertido que, de aprobarse la ley, podrían intensificar las protestas con paros más prolongados y movilizaciones que afecten a otras ciudades del país. Aseguran que la ampliación de la jornada laboral pone en riesgo la salud física y mental de los trabajadores, al tiempo que incrementa la presión sobre sectores ya saturados, como transporte, salud y educación.

Por su parte, el gobierno insiste en que la medida busca modernizar el mercado laboral y aumentar la competitividad empresarial, argumentando que la bonificación por horas extra compensará a los trabajadores. Además, señalan que se mantiene el control sobre las horas máximas anuales y semanales, asegurando que no habrá explotación sistemática si se cumplen los límites legales.

Expertos laborales y organizaciones internacionales observan de cerca la situación, considerando que la aprobación de esta ley podría marcar un precedente para otros países de Europa sobre la flexibilización de la jornada laboral y los derechos de los trabajadores. Mientras tanto, la población ateniense enfrenta un nuevo día con transporte limitado y calles llenas de manifestantes exigiendo la protección de sus derechos.