Susana Gautreau compartió su postura sobre las decisiones en torno al servicio eléctrico, destacando que fue un error mantener la provisión en más de un 98%, una medida tomada durante la pandemia que debió haberse ajustado mucho antes de 2024. Aseguró que aunque la medida fue comprensible en su contexto original, su prolongación hasta el 2024 representó un problema, afectando la estabilidad del sistema eléctrico.

Gautreau también comentó sobre la gestión del sector, apoyando las acciones de regularización que se han implementado, como la compra de 600,000 medidores y el esfuerzo por mejorar la infraestructura eléctrica, pero subrayó la necesidad de un enfoque más eficaz. Reconoció las deficiencias de las distribuidoras eléctricas y la necesidad de unificar decisiones bajo el Consejo Unificado, pero enfatizó que cada distribuidora requiere medidas particulares debido a sus contextos específicos.

Adicionalmente, habló sobre la importancia de erradicar el fraude eléctrico, instando a un mayor esfuerzo de las autoridades en la supervisión y cobro de la energía a grandes consumidores y aquellos con conexiones irregulares. Gautreau expresó la necesidad de continuar con reformas estructurales y mejorar la transparencia en la gestión de los fondos destinados a la mejora del sector eléctrico, resaltando que los errores cometidos hasta ahora no deben diluirse en justificaciones.

Concluyó su intervención destacando que, aunque aún quedan desafíos, es fundamental que los esfuerzos para mejorar el servicio eléctrico sean sostenibles y eficaces a largo plazo, y que todos los actores involucrados en el sector asuman la responsabilidad.